Necesitamos convertir hostilidad en hospitalidad, rechazo en acogida.

La Ley de Migraciones 25871 se aprobó luego de años de debates, audiencias públicas en las que participaron los actores políticos, organismos de seguridad, diversos Ministerios, ONGs, comunidades de migrantes, la Iglesia Católica, otras iglesias, representantes del poder judicial. Esta Ley se aprobó por unanimidad en ambas Cámaras.
 
El proceso de la elaboración de la Ley, así como su contenido, es muy reconocido por la comunidad internacional, y fue citada en múltiples ocasiones. La ONU, la OEA, la OIM, el MERCOSUR, destacaron su valor en varias oportunidades.
 
La Iglesia Católica reconoce distintos rostros de “pobres y excluidos” en nuestra Nación, entre ellos el de los migrantes. En muchas ocasiones viven situaciones de pobreza y marginación, y a veces son acusados de los males de nuestra sociedad.
 
La Comisión Episcopal de Migraciones y Turismo intenta sensibilizar y concientizar a la población sobre el fenómeno de las migraciones y su incidencia en la sociedad. Argentina ha recibido siempre como hermanos e hijos a los migrantes de todo el mundo, y en especial en estas últimas décadas, los de los países limítrofes y de América Latina.  Favorecer el desarrollo de una cultura de respeto y solidaridad con el migrante, debe seguir distinguiéndonos,”… porque fui forastero y me alojaron…”
 
Por eso:

  • ¿Existe algún dato que justifique la necesidad o urgencia de la reforma de la Ley de Migraciones a través de un DNU?
  • Si bien el DNU está dirigido a enfrentar la criminalidad, puede afectar los derechos de las víctimas de delitos.
  • El DNU vulneraría derechos constitucionales garantizados en la Constitución Nacional y en tratados internacionales. (Convención sobre Derechos del Niño, la Convención de Derechos de Trabajadores Migrantes y sus familias, la Convención de Derechos Humanos).

Frente al riesgo de una grave vulneración a los derechos de los migrantes establecidos en la Ley 25871, recordamos las palabras de Francisco: “La Iglesia apoya a todos los que se esfuerzan por defender los derechos de todos a vivir con dignidad.” (Jornada Mundial del Migrante, 2016)
  
Necesitamos convertir hostilidad en hospitalidad, rechazo en acogida.
 
Comisión Episcopal de Migraciones y Turismo
19 de abril de 2017