Imagen del contenido Mons. Mestre: “Tenemos que seguir creciendo en la lectura orante de la Biblia”

Mons. Mestre: “Tenemos que seguir creciendo en la lectura orante de la Biblia”

El obispo de Mar del Plata, Mons. Gabriel Mestre, destacó que las Sagradas Escrituras, son un “elemento esencial en la vida de todo creyente”. Al celebrarse durante septiembre el mes de la Biblia recordó que “algo fundamental para la vida cristiana es que Dios habló y habla. Dios habla de manera privilegiada y particular a través de los textos sagrados, lo cual nos permite, primero, entrar en diálogo con Dios, que es la experiencia de la oración. Los textos bíblicos animan la vida de una persona, de un grupo, familia o comunidad y nos ayudan a responder a la luz de la experiencia que los personajes bíblicos que encontramos como paradigma de nuestra propia vida”.

En diálogo con el programa “Caminos de encuentro” de la Oficina de Prensa de la CEA, Mestre también por qué se dedica este mes a la Biblia.  “El 30 se septiembre celebra a San Jerónimo –dijo- que tuvo la particularidad en los inicios del siglo V de hacer la traducción del Antiguo y Nuevo Testamento a lo que era la lengua más vulgar y común en ese momento: la lengua latina. Por eso llamamos la versión de San Jerónimo como la “Vulgata”. A partir de eso la figura de San Jerónimo es como el patrono de los estudios bíblicos y todo lo que tenga que ver con la Palabra de Dios. El Episcopado Argentino en el año 68 decreta el Domingo Bíblico Nacional el más cercano al 30 de septiembre y así en nuestro país y en otras partes del mundo comienza a ser considerado septiembre como el mes de la Biblia”.

 

La Biblia en la vida de la Iglesia.

Mons. Mestre, que es Licenciado en Sagradas Escrituras, explicó también cómo se ha ido creciendo en el contacto con la Palabra de Dios. “A partir de la renovación del Concilio Vaticano II, que se venía preparando desde antes, en la Iglesia en general y en nuestra Patria en particular se ha crecido mucho y la Biblia es algo que ya está claramente integrado, por ejemplo, en la catequesis. No hay catequesis de iniciación para los sacramentos sin una dinámica de perspectiva bíblica. Está presente en la espiritualidad de los grupos, movimientos, e instituciones, incluso conservando cada de ellos su carisma particular”.

Pero dijo también que “siempre está el desafío de cuán presente está y cuánto más lo puede estar. En este sentido creo que el camino más apropiado y fuerte que tenemos que profundizar es la “lectio divina”, la lectura orante de la Biblia. No olvidarnos que la Biblia tiene que ser un elemento esencial de nuestra vida de oración. Este antiguo método que se resume en “qué dice el texto”, “qué me dice” y “cómo le respondo a Dios”, es un camino que hay que seguir anunciando y profundizando para que quienes no lo han hecho se animen a rezar con la Escritura y la Palabra de Dios”.

 

Para comenzar a rezar con la Palabra de Dios

Para quienes quieren iniciarse en la oración con la Biblia, Mons. Mestre aconsejó que “siempre la oración comunitaria nos ayuda. Por eso podemos acercarnos a alguna comunidad donde haya algún círculo bíblico, un cenáculo de la Biblia, un grupo de lectura orante de la Biblia. Igualmente la oración personal reclama la comunitaria y viceversa. Pero para aquel que no está iniciado, el ámbito comunitario favorece y fortalece este camino de oración. Y siempre comenzar por los textos de los Evangelios, porque son más sencillos y están en el corazón de la Escritura. Pueden ser una linda oportunidad para orar con la Palabra a través de la palabra de Jesús”. 



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