Imagen del contenido Tercer panel en la Semana Social 2018: política y deuda con los pobres

Tercer panel en la Semana Social 2018: política y deuda con los pobres

Por la tarde, la Semana Social 2018, organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), que se viene desarrollando en el Hotel Intersur  13 de julio de Mar del Plata,  recibió al ámbito político, en el tercer panel central.  Las ponencias reflexionaron en torno a la pregunta “¿Cuál es la deuda que la política tiene con los pobres?”.  Las mismas estuvieron a cargo de Juan Carlos Schmid por la CGT/Dragado y Balizamiento; Silvina Frana actual diputada nacional, Esteban Bullrich, Senador Nacional. El cierre estuvo a cargo de monseñor Melitón Chávez , obispo de Añatuya y miembro de la CEPAS y el moderador fue el doctor Fernando Mumare, delegado diocesano de Mar del Plata para la pastoral social.

Esteban Bullrich, abrió el panel remarcando, “hay una gran necesidad de hacer un esfuerzo para terminar con la pobreza en la Argentina. No con la pobreza del ingreso, no llegar a un determinado número de pesos a fin de mes, no sólo se resuelve con dinero, ni con asistencialismo. Tenemos un problema más profundo, nos anclamos a posiciones irreductibles, nos ponemos la camiseta de nuestro partido, de nuestra organización de nuestro gremio arriba de la de la Argentina y entonces nos olvidamos del proyecto común, nos olvidamos de la necesidad de construir una argentina unida. La pobreza argentina es dirigencial”.

“En ningún momento nos tomamos el trabajo de encontrar puentes, de buscar caminos de encuentro, consensos.  Estamos construyendo nuestra viviendas dentro de la grieta, estamos habitando la grieta. Libertad, verdad y justicia son pilares que tenemos que tener para construir puentes de paz, decía Juan XXIII.  El cuarto es el amor, y el respeto, quizás los más importantes”, resaltó Bullrich; y concluyó, “es la incomodidad que tenemos que tener los dirigentes con la verdad, con justicia, construir puentes con libertad, mucho amor, entonces sí terminaremos con la pobreza más profunda del país”.

“En quince días se abrió una nueva grieta con la discusión del aborto”, inició sus expsición Silvina Frana y agregó como legisladora se sentía avergonzada de que no se haya podido tomar ninguna de las iniciativas que fueron acercadas al rico debate en el Congreso para acompañar a las mujeres en conflicto con tu embarazo”

Frana destacó los datos proporcionados por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA que marcan el aumento de las desigualdades, y el aumento del desempleo, que hay un 30% de trabajo informal, y que la disminución de la desocupación es virtual ya que se debe a la puesta en funcionamiento del monotributo social. En el marco del  debate por la pobreza sostuvo que debemos preguntarnos “¿qué pasa con la riqueza? El problema de la Argentina no es la pobreza sino la distribución de la riqueza”, citando a monseñor Lozano del día anterior.

En su exposición destacó la extranjerización de la riqueza y de los recursos naturales, y la ley  que limitaba la propiedad de tierras en manos de extranjeros, fue derogada por un decreto. Aludió al documento del papa Francisco sobre el capital económico y financiero advirtiendo los riesgos que nos plante la existencia de mercados offshore, que no son otra cosa que “recursos sustraídos de la distribución de la riqueza”. “Hoy tenemos una situación preocupante que no es nueva, que es el nivel de endeudamiento de las clases pobres, cuando hablamos de democracia y libertad, si están endeudados más de lo que pueden, tampoco podemos decir que son libres” y aclaró que el nivel de endeudamiento de la clase trabajadora subió este año el 40%.

Y concluyó, recordando las palabras de Francisco, “el poder es un servicio, interpelando a los políticos a llegar a ese lugar con la sensibilidad suficiente para ver como revertimos esas situaciones, dar respuestas y rendir cuentas”.

Juan Carlos Schmid, inició diciendo a modo de pregunta “¿Vale la pena interrogarse si después de 35 años, de derecho al voto, de recuperación de las normas para la convivencia ciudadana, de haber atravesado una gran crisis, si verdaderamente la democracia es un camino de servicio a los pobres? Lo pobres seguramente entenderían que la democracia es una palabra vacía de contenido”.

“Algo malo debemos haber hecho todos los argentinos, para que tengamos semejante acumulación de desigualdades en nuestro país. Todos nos tenemos que interpelar. Tal vez el problema de la Argentina sean los ricos y no los pobres. Y si miramos esto a escala mundial vamos a descubrir que esto es una realidad incontrastable”, señaló Schmid.

Más adelante, Schmid se cuestionó “¿el regreso del FMI es una buena noticia? Y digo esto, porque cada vez que se aplicaron esas recetas las penurias fueron moneda corriente y han traído miseria a nuestros compañeros. El Fondo Monetario siempre significó capitalismo sin ética, sin moral y con miseria”.

“Hay una vocación de dialogo –reconoció-, pero lo que veo es que no hay ninguna posibilidad de corrección”. Sobre los gobernante opinó “son inquilinos, electos por la voluntad popular”. “Las profundas causas de la desigualdad y el atraso nunca se corrigieron. Tenemos pobreza estructural y tenemos extranjerizada la economía”, agregó.

“Nadie se pone feliz cuando hay que desatar una medida de fuerza, pero cuando esto sucede es porque existe un fracaso de la política y del diálogo. El primer agitador es el ejecutivo nacional. Hago un llamado de atención a la política por no seguir  un sentido de construcción. Cuando la malaria viene, viene para todos y sacude a todo el cuerpo social de la Argentina” concluyó el dirigente gremial.

El cierre del panel, estuvo a cargo de monseñor José Melitón Chávez, miembro de la CEPAS. “Soy obispo de Añatuya, la diócesis más pobre de Argentina. Tenemos pobreza con chicos que no tienen escuela, sin acceso a la salud, sin teléfono, sin casi nada”, inició el obispo.

“Hay una herida profunda que duele, es cuando no hay reacción en la gente, menos en los dirigentes. A veces la misma Iglesia todavía no ha terminado de reaccionar ante esta realidad”, se sinceró Melitón Chávez y añadió, “la pobreza también es la misma política, yo creo que tenemos una deuda grande, profunda, amplia. Se puede aparentar estar dialogando, pero ojala que los cambios se den realmente”.

“Hay una deuda de la dirigencia política: falta ejemplaridad. Ojalá que la de hoy y de ayer, pueda dar disponibilidad y respuesta para que nuestro pueblo pueda caminar con esperanza”, concluyó el obispo miembro de la CEPAS.

 

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