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DECLARACION SOBRE
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
En agosto de 1984 la Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe
hace pública una Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la
liberación. La prensa divulgó fragmentos del documento así como hizo pública
algunas interpretaciones parciales del mismo. Con el propósito de clarificar la
cuestión el Episcopado creyó conveniente, dos meses después de aquella
publicación, efectuar una Declaración llamando la atención sobre el contenido
pastoral y teológico válido que existe en la corriente estudiada por la
Instrucción, así como advertir las desviaciones de la misma que se apartan del
recto sentido de la fe.
Como es de conocimiento público, la Congregación para la
Doctrina de la Fe, habiéndola aprobado el Papa Juan Pablo II, ha dado una
INSTRUCCION sobre la "teología de la liberación".
Se trata de un documento destinado a recoger, a confirmar
y defender aquella parte de contenido pastoral y teológico válido que existe en
dicha corriente de pensamiento, así como a llamar la atención sobre
desviaciones que apartan del recto sentido de la fe.
Esta ocasión es propicia para que los fieles de nuestra
Iglesia en la Argentina, particularmente quienes se dedican a la reflexión
teológica y al servicio pastoral, evalúen sus propias ideas acerca de este tema
y maduren su reflexión.
Por nuestra parte, quienes tenemos la misión de apacentar
a las comunidades cristianas no nos eximimos de esta responsabilidad de
evaluar, clarificar y precisar nuestros propios pensamientos que, con brevedad,
deseamos compartir ahora con los laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas.
1. La Instrucción ve en el fenómeno creciente de la
pobreza, una situación de hirientes desigualdades y de injusta dependencia, por
las que la dignidad de los hombres se ve ultrajada.
Además descubre, en la irresistible aspiración a la
liberación y a la justicia, un signo de los tiempos; esto es, un llamado y una
urgente exigencia de Dios para la presente época de nuestra historia.
De aquí que el documento de la Congregación, lejos de
desautorizar a quienes quieren responder generosamente y con auténtico espíritu
evangélico a la opción preferencial por los pobres y a un serio compromiso en
la lucha por la justicia, los confirma y anima a proseguir en su propósito y en
esa tarea.
2. Por el mismo motivo, la Congregación para la Doctrina
de la Fe presenta la liberación como un "tema cristiano"; señala en
forma resumida sus fundamentos bíblicos y recuerda los reiterados llamados del
Magisterio de la Iglesia, dirigidos a despertar la conciencia cristiana en pro
de la justicia social y de una intensa solidaridad con los pobres.
Es importante destacar que en la enseñanza de la Iglesia
el núcleo más profundo de la liberación cristiana es la liberación del pecado,
que corrompe al hombre y es causa de múltiples esclavitudes.
3. El mismo documento, por otra parte, llama la atención
sobre algunos aspectos deficientes y erróneos.
Descubre una interpretación "innovadora del
cristianismo" en aquellas presentaciones teológicas que, poniendo en la
dimensión económica, social y política "lo esencial y el todo” de la
opresión y de la liberación en su sentido evangélico, reducen el Evangelio de
Cristo a un horizonte puramente terrestre de la existencia.
De este modo, el contenido de la liberación que proclama
el Evangelio, pierde su especificidad y la reflexión práctica de liberación no
se fundan ya en la identidad propia del cristianismo. Esta queda suplantada por
ideologías incompatibles con la fe cristiana.
En tales casos no se da un mero contraste parcial, sino
una oposición esencial y global entre el Evangelio y una determinada teología
de la liberación.
4. El mismo documento descubre la raíz de esta
interpretación innovadora del cristianismo en el recurso insuficientemente
crítico, sea a la tesis de una hermenéutica bíblica dominada por el
racionalismo, sea a la ideología marxista.
De esta última se toman diversos elementos que integran
el llamado "análisis marxista" y que giran fundamentalmente en torno
al concepto de "clase" y de "lucha de clases", así como
también en torno al rol protagónico del "pobre" interpretado como
clase proletaria.
La deficiencia crítica que se atribuye a esta forma de
teología de la liberación está en la insuficiente reflexión acerca de si esos u
otros elementos, al ser traspuestos a la teología católica, no arrastran
consigo la significación que tienen en el cuadro de la estructura filosófica
del marxismo de donde han sido tomados.
Reiteramos nuestro llamado a continuar en el empeño por
la liberación, por la justicia y por la paz, a través del camino de la verdad
evangélica para rescatar a América Latina del capitalismo materialista y del
marxismo ateo.
Así podrán los fieles cristianos responder a las
aspiraciones de los pueblos y de los sectores pobres cumpliendo con un deber
ante Dios, quien nos ha encargado a todos y a cada uno con la responsabilidad
por nuestros hermanos, particularmente los más desheredados.
XLIX Asamblea Plenaria
San Miguel, 10 de noviembre de 1984
En agosto de 1984 la Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe
hace pública una Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la
liberación. La prensa divulgó fragmentos del documento así como hizo pública
algunas interpretaciones parciales del mismo. Con el propósito de clarificar la
cuestión el Episcopado creyó conveniente, dos meses después de aquella
publicación, efectuar una Declaración llamando la atención sobre el contenido
pastoral y teológico válido que existe en la corriente estudiada por la
Instrucción, así como advertir las desviaciones de la misma que se apartan del
recto sentido de la fe.
DECLARACION SOBRE
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Como es de conocimiento público, la Congregación para la
Doctrina de la Fe, habiéndola aprobado el Papa Juan Pablo II, ha dado una
INSTRUCCION sobre la "teología de la liberación".
Se trata de un documento destinado a recoger, a confirmar
y defender aquella parte de contenido pastoral y teológico válido que existe en
dicha corriente de pensamiento, así como a llamar la atención sobre
desviaciones que apartan del recto sentido de la fe.
Esta ocasión es propicia para que los fieles de nuestra
Iglesia en la Argentina, particularmente quienes se dedican a la reflexión
teológica y al servicio pastoral, evalúen sus propias ideas acerca de este tema
y maduren su reflexión.
Por nuestra parte, quienes tenemos la misión de apacentar
a las comunidades cristianas no nos eximimos de esta responsabilidad de
evaluar, clarificar y precisar nuestros propios pensamientos que, con brevedad,
deseamos compartir ahora con los laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas.
1. La Instrucción ve en el fenómeno creciente de la
pobreza, una situación de hirientes desigualdades y de injusta dependencia, por
las que la dignidad de los hombres se ve ultrajada.
Además descubre, en la irresistible aspiración a la
liberación y a la justicia, un signo de los tiempos; esto es, un llamado y una
urgente exigencia de Dios para la presente época de nuestra historia.
De aquí que el documento de la Congregación, lejos de
desautorizar a quienes quieren responder generosamente y con auténtico espíritu
evangélico a la opción preferencial por los pobres y a un serio compromiso en
la lucha por la justicia, los confirma y anima a proseguir en su propósito y en
esa tarea.
2. Por el mismo motivo, la Congregación para la Doctrina
de la Fe presenta la liberación como un "tema cristiano"; señala en
forma resumida sus fundamentos bíblicos y recuerda los reiterados llamados del
Magisterio de la Iglesia, dirigidos a despertar la conciencia cristiana en pro
de la justicia social y de una intensa solidaridad con los pobres.
Es importante destacar que en la enseñanza de la Iglesia
el núcleo más profundo de la liberación cristiana es la liberación del pecado,
que corrompe al hombre y es causa de múltiples esclavitudes.
3. El mismo documento, por otra parte, llama la atención
sobre algunos aspectos deficientes y erróneos.
Descubre una interpretación "innovadora del
cristianismo" en aquellas presentaciones teológicas que, poniendo en la
dimensión económica, social y política "lo esencial y el todo” de la
opresión y de la liberación en su sentido evangélico, reducen el Evangelio de
Cristo a un horizonte puramente terrestre de la existencia.
De este modo, el contenido de la liberación que proclama
el Evangelio, pierde su especificidad y la reflexión práctica de liberación no
se fundan ya en la identidad propia del cristianismo. Esta queda suplantada por
ideologías incompatibles con la fe cristiana.
En tales casos no se da un mero contraste parcial, sino
una oposición esencial y global entre el Evangelio y una determinada teología
de la liberación.
4. El mismo documento descubre la raíz de esta
interpretación innovadora del cristianismo en el recurso insuficientemente
crítico, sea a la tesis de una hermenéutica bíblica dominada por el
racionalismo, sea a la ideología marxista.
De esta última se toman diversos elementos que integran
el llamado "análisis marxista" y que giran fundamentalmente en torno
al concepto de "clase" y de "lucha de clases", así como
también en torno al rol protagónico del "pobre" interpretado como
clase proletaria.
La deficiencia crítica que se atribuye a esta forma de
teología de la liberación está en la insuficiente reflexión acerca de si esos u
otros elementos, al ser traspuestos a la teología católica, no arrastran
consigo la significación que tienen en el cuadro de la estructura filosófica
del marxismo de donde han sido tomados.
Reiteramos nuestro llamado a continuar en el empeño por
la liberación, por la justicia y por la paz, a través del camino de la verdad
evangélica para rescatar a América Latina del capitalismo materialista y del
marxismo ateo.
Así podrán los fieles cristianos responder a las
aspiraciones de los pueblos y de los sectores pobres cumpliendo con un deber
ante Dios, quien nos ha encargado a todos y a cada uno con la responsabilidad
por nuestros hermanos, particularmente los más desheredados.
XLIX Asamblea Plenaria
San Miguel, 10 de noviembre de 1984