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La intensa y sostenida campaña realizada en el país en favor de una legislación que otorgue el divorcio vincular debía dirimirse, necesariamente, en el Con­greso Nacional. Los diversos proyectos que propician esa innovación se hallan presentados en la Cámara de Diputados y dan lugar a que las Comisiones de Legis­lación general y de Familia y Minoridad elaboren un proyecto único que reúne el apoyo mayoritario de los legisladores. El mismo auspicia la modificación del régimen de matrimonio legislado en el Código Civil e incorpora el divorcio vincular. Iniciado su estudio en Diputados, en la segunda quincena de agosto, obtiene la aprobación en general el día 19 y en particular, el 21 de ese mes. Sobre 212 legisladores presentes en el recinto, 177 votan por la aprobación en general, en tanto 35 lo hacen por la negativa, no asistiendo a la sesión 41 legisladores. Votan en favor del proyecto 108 legisladores del Partido Radical; 52 por el Par­tido Justicialista; 5 por el Partido Intransigente y 3 por el Partido Unión del Centro Democrático; los res­tantes partidos aportan un voto cada uno. A partir de esa media sanción, el proyecto pasa a la Cámara de Senadores, oportunidad en que la Comisión Perma­nente expide el siguiente Comunicado.

 

 

EL PROYECTO DE LEY DE DIVORCIO VINCULAR

 

Comunicado de la Comisión Permanente

de la Conferencia Episcopal Argentina

 

 

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina en su primera reunión después de la aprobación por la Cámara de Diputados del proyecto de ley de divorcio vincular quiere manifestar lo siguiente:

l. Lamenta profundamente la decisión de la Cámara de Diputados por el daño causado al pueblo argentino, daño que se tornaría irreparable si el Senado convirtiera el proyecto en ley.

2. Rechaza enérgicamente la posición de aquellos dipu­tados que diciéndose católicos han votado el proyecto, más aún en aquellos casos en que se han atrevido a sostener la coherencia entre su fe y su posición divorcista.

3. Aunque la doctrina del Evangelio, enseñada por la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio es sobrada­mente conocida por el Pueblo argentino, para evitar cualquier confusión a la cual alguien pudiera ser arrastrado por las de­claraciones de algunos señores diputados, la Comisión Perma­nente cree que es oportuno y suficiente reproducir su decla­ración del 15 de marzo de 1984 en su parte dispositiva:

 

* que reitera decidida y expresamente la firmeza del vínculo matrimonial tal como lo ha enseñado y enseña la Iglesia Católica;

* que esa firmeza e indisolubilidad del vínculo matrimo­nial es un irrenunciable don de Dios Creador al hombre, y por lo mismo, no modificable por leyes humanas;

* nadie que se llame católico puede al mismo tiempo fa­vorecer que se proyecten disposiciones legales que inten­ten disminuir aquella firmeza e indisolubilidad del matri­monio, ni en ninguna circunstancia apoyarlas con su pa­recer o voto.

 

Buenos Aires, 10 de setiembre de 1986.


 

El Comunicado de la Comisión Permanente del 10 de setiembre y referido al proyecto que incorpora el divorcio vincular no ha sido interpretado por algu­nos medios de prensa en su verdadero sentido, siendo, por el contrario, comentado con desconocimiento del pensamiento permanente e invariable del Episcopado en la materia. Por otro lado, durante el debate del proyecto y aún después, legisladores, políticos, perio­distas y otros ciudadanos, en forma pública, se pro­nuncian en favor del divorcio, al tiempo que declaran su pertenencia al catolicismo. Esos dos elementos re­cogidos por el Secretariado General dan ocasión, para ratificar que el comunicado anterior no es más que la fiel expresión del pensamiento tradicional de la Igle­sia en la materia y que nadie puede negar esas ense­ñanzas y llamarse al mismo tiempo católico.

 

EL PROYECTO DE LEY DE DIVORCIO VINCULAR

 

Aclaración del Secretariado General del Episcopado

 

Ante algunas declaraciones que pretenden comentar el comunicado de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, del 10 - IX - 86, este Secretariado se ve en la necesidad de recordar que:

- dicho comunicado en su esencia reproduce textual­mente otro de marzo de 1984, reiterando la invariable ense­ñanza de la Iglesia sobre el matrimonio indisoluble.

- Si bien todo ciudadano goza de la libertad de concien­cia según la cual profesa su credo religioso, nadie puede negar las enseñanzas de la Iglesia, y continuar llamándose católico.

 

Buenos Aires, 15 de setiembre de 1986.