ANTE LAS PROXIMAS
ELECCIONES
1 . Patria y religión son dos
realidades fundamentales que estructuran la vida del hombre.
En este momento particular de la vida de la Nación, frente a un acontecimiento de especial importancia, como son las próximas elecciones, a la luz del Evangelio, como Pastores de la Iglesia, queremos recordar a nuestro pueblo su necesaria relación con Dios para sostener con firmeza los valores esenciales de la Patria.
2. Por ello y teniendo en cuenta que las elecciones se realizarán justamente el domingo de Pentecostés, en que la Iglesia celebra la efusión del Espíritu Santo sobre el Pueblo de Dios, exhortamos a que el viernes anterior, 12 de mayo, la Comunidad Cristiana realice una jornada de confiada oración y humilde penitencia, para implorar a Dios nuestro Padre nos envíe el Espíritu de la Unidad, de la Reconciliación y de la Paz. Cada uno, en la medida de sus posibilidades, unirá a su oración y penitencia alguna obra de misericordia para con sus hermanos necesitados.
3. Dado que todo gesto político cae bajo la ley moral, el acontecimiento de las elecciones nos mueve a recordar cuanto en ocasiones anteriores, y particularmente el 22 de octubre de 1982, expresábamos respecto al discernimiento que debe hacerse ante las diversas
opciones políticas.
En líneas generales decíamos entonces que se debe optar entre aquellas fuerzas políticas, que defiendan la vida en toda su extensión, desde el seno materno hasta la muerte; que rechacen toda violencia en la consecución de sus propios fines, salvaguardando el orden, la unidad y la paz; que protejan la libertad del hombre, en primer lugar la libertad religiosa; que promuevan los derechos, la integridad y la unidad de la familia; que impulsen el acceso a todos a la educación y la libertad de enseñanza; que defiendan la primacía del hombre en la actividad económico-social, valorando el trabajo humano en todas sus dimensiones; que sostengan la legítima lucha por la justicia, así como la recta distribución de los recursos materiales y espirituales.
4. Ya que en las manos del Señor están los corazones de los hombres y de los pueblos, imploramos, por la mediación de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina, que la gracia de Dios nos ilumine y fortalezca para alcanzar todos juntos la paz y el bienestar que tanto anhelamos.
LVIII Asamblea Plenaria.
San Miguel, 8 de abril de 1989.