La primera jornada del CEN 2016 concluyó con un gran espectáculo cultural

La primera jornada del XI Congreso Eucarístico Nacional terminó con un espectáculo inigualable, que demostró el esfuerzo y la preparación que implicó.

Luego de la Misa, habló el padre Mamerto Menapace, contó sus tan esperados cuentos e hizo reir y reflexionar a los feligreses convocados. “Todos somos providencia divina para alguien”, dijo invitando a descubrir que, así como Dios está presente en lo cotidiano, también cada uno debe estar, ayudar y acompañar a los demás.

Más adelante, el presentador Agustín Sundblad, guiaría todo lo preparado. Primero empezaron  las representaciones, haciendo un viaje en el tiempo para presenciar grandes hechos históricos: la Batalla de Tucumán  con la presencia de Nuestra Señora de la Merced en el escenario;   la declaración de la Independencia en  1816, donde  los ciudadanos -con ansias de libertad-  se reunían a debatir sobre su futuro, y  una señora - Francisca Bazán De Laguna-, desde su lugar, quiso aportar con su casa para la  Jura.

Estas representaciones pusieron en evidencia la presencia de Jesús, nuestro Señor y la Santísima Virgen María, en nuestra historia. Belgrano, y tantos hombres se entregaban a la oración a cada situación que debían afrontar, y Dios no hizo –ni hace- oídos sordos ante los llamados de sus hijos.

Dichas obras estuvieron acompañadas con canciones interpretadas por los mismos actores, que con sus letras, recordaban a cada uno de los presentes que, en su propia labor, y  poniendo un mucho empeño,  ayudan a construir la Patria.

 Los jóvenes lourdistas también recibieron colaboración de un ballet que, en el musical, danzó con pañuelos y sonrisas.

Luego el grupo de canto “Generarte” motivó a los espectadores a  aplaudir acompañando sus hermosas voces, que cantaban e invitaban a todos a proyectar un futuro mejor: “Juntos iremos de la mano y unidos, el mundo cambiará”

También el grupo de animación del Congreso Eucarístico se hizo presente, y entre cantos, bailes y mímicas, ayudó a la gente a seguir escapándose del frío y a refugiarse en la calidez y alegría de la alabanza a Dios.

Lucho Hoyos  también estuvo en el escenario del Hipódromo y cantó “juntarnos”, la canción del Bicentenario,  la que experimentó de una manera especial: “Tiene tanto significado en lugares como este, donde hay tanta gente junta por una misma causa, por nuestro Señor Jesucristo”.

La celebración de este gran Congreso empezó con mucha alegría, y aún quedan 3 días más llenos de igual o más emocionantes sorpresas.