Adoración y espectáculos en la última noche del Congreso Eucarístico
En el día de ayer, antes de finalizar la Santa Misa, el cardenal primado de la Argentina, Mauro Aurelio Poli, bajó del altar a incensar las imágenes peregrinas; mientras sucedía esto, todo el pueblo de Dios empezamos a cantar a capella para nuestra madre; lo cual fue de gran emoción para todos los presentes.
Mientras se retiraban las imágenes en procesión los jóvenes se preparaban para el cierre del Espacio Joven que contó con distintos espectáculos y momentos especiales.
En una primera instancia, miembros del grupo realizaron un baile del Himno al Congreso Eucarístico Nacional; mientras el Cardenal Re, desde cerca, los contemplaba con una sonrisa enorme en su rostro y una dulce mirada.
Luego se desarrolló una puesta en escena de “La historia de la Salvación”, que relataba desde el inicio del mundo la presencia de Dios y los medios que nos dio para para que alcancemos la salvación. Dicha representación fue de movimientos y gestos, sin más que una música instrumental de fondo y eventualmente, una voz en off que relataba lo que iba sucediendo. Los actores, un grupo de 25 chicos, se estuvieron preparando por meses y valió la pena tanto esfuerzo; lograron que los espectadores entremos en cada segundo de la interpretación, y esto se notó, por ejemplo, cuando Adan y Eva iban a comer la manzana, todos gritaban “¡No! ¡No!” Para evitar que sucediera.
Más tarde hizo entrada aquel que nos amó hasta el extremo, muriendo y resucitando para salvarnos, Jesús Eucaristía. De la mano de Athenas Venica, Maxi Largui y Nico Fernández pudimos todos adorar a nuestro Señor. Hubo momentos de oración profunda y reflexión que generaron gran emoción y recogimiento. La oración espontánea ayudó para pensar, para sentir, para dejarnos abrazar y sanar por El, quien nos amó y nos ama hasta el extremo, y se entrega en cada momento por nosotros.
Junto con la multitud alzamos los brazos hacia Él en señal de rendición, de ofrecerle nuestra vida y lo que somos, en señal de adoración y alabanza, recibiendo de sus manos ese amor que sana, que restaura, que perdona. Finalizó la adoración con Jesús bendiciendo a todos mientras todos aplaudíamos fervorosamente.
Luego de la adoración, los animadores del CEN bailaron y cantaron, mientras se preparaba el escenario para la actuación de Gen Rosso junto con los chicos que forman parte de la Fazenda de distintas provincias. Este espectáculo ya se había presentado dos veces en el teatro Mercedes Sosa, y anoche era la última ocasión para poder verlos. Nos sorprendieron con tan grande show.
El penúltimo día del Congreso Eucarístico Nacional terminó con la misma alegría que hay en el ambiente desde el día de su inicio.