Oíd el ruido de cadenas que aún no están rotas
Al celebrarse el 200º aniversario de la declaración de la Independencia de nuestra Patria, valoramos las formas institucionales, el afianzamiento de la democracia, el desarrollo de capacidades humanas, entre otros aspectos. Al mismo tiempo queremos manifestar nuestra preocupación por la situación de esclavitud que viven muchos hermanos/as, especialmente, la trata y el tráfico de personas.
“Hoy venimos a pedir por las víctimas de trata de personas, la trata del trabajo esclavo, la trata de la prostitución; (…) venimos a pedirle a Jesús que, Él que es Dios y tomó nuestra carne, nos haga llorar por la carne de tantos hermanos y hermanas nuestros que son sometidos. Le venimos a pedir a Jesús que aprendamos a cuidar a estos hermanos nuestros sometidos a la esclavitud con la ternura que merecen… “(Homilía del Cardenal Jorge Bergoglio, 23 de septiembre 2011).
Pedimos la decisión política del Estado en todos sus niveles y el compromiso de cada ciudadano, para erradicar este mal en nuestro país, para que cada habitante de nuestro suelo tenga vida digna y plena.
Rogamos a Jesucristo, rostro misericordioso del Padre, que allane el camino para liberar a las personas esclavizadas y que cuide a los familiares de las victimas y a quienes luchan contra este flagelo, y así todos poder oír el grito sagrado: libertad, libertad, libertad.
Equipo No a la Trata, Comisión Nacional Justicia y Paz
Conferencia Episcopal Argentina
Julio 2016