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27 de septiembre: Repensar el turismo, con ojos de esperanza

La situación en la que se encuentra el turismo a nivel mundial, debido a la pandemia y a las guerras, constituye un momento privilegiado para repensar los fundamentos éticos, los valores y el sentido más profundo de esta actividad humana, siempre a riesgo de ser considerada sólo por su aspecto económico y geopolítico.

El Código Ético Mundial para el Turismo describe esta actividad, entre otras cosas, como “fuerza vital al servicio de la paz y factor de amistad y entendimiento entre los pueblos del mundo”, “factor de desarrollo sostenible”, “significa utilizar el patrimonio cultural de la humanidad para contribuir a su enriquecimiento”.

Pero sabemos también que existen actividades que son la negación misma del lado positivo del turismo, como el tráfico de personas y las nuevas formas de esclavitud.

En este contexto actual, nos gustaría subrayar que el turismo es una verdadera “industria de paz”, ya que permite el contacto y la convivencia entre personas de diferentes culturas, religiones, etnias y condiciones, y la adquisición del conocimiento del otro y de lo diferente. Estos factores reducen y, en ocasiones incluso, eliminan la discriminación o el rechazo de lo que es diferente de nosotros.

Es por eso que el sector turístico, respondiendo a los desafíos actuales de la humanidad, se ve obligado a reinventarse o, mejor dicho, a repensarse. Esto significa implicar a los más pobres y vulnerables, como parte de la acogida y la integración al cuerpo de la sociedad y al mundo del trabajo, en un espíritu de solidaridad y protagonismo.

Asimismo, vemos positivamente una renovada atención al factor “religioso” como motor y motivación de un turismo que lleva y enriquece con su propio patrimonio cultural. Muchos turistas son buscadores del Rostro de Dios, que necesitan experimentar apertura y abrirse a la dimensión sobrenatural.

Por eso, es imperativo poner en práctica una “nueva pastoral”, que ya no se preocupe sólo de peregrinos, sino de todos los turistas; una pastoral que basa su acción en conexión y disponibilidad para el cuidado integral de las personas.

En este Día Mundial del Turismo pedimos a Nuestra Señora del Valle, Patrona Nacional del Turismo, Madre de toda Esperanza, que acompañe hoy y siempre nuestro camino.

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Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes

Pastoral Migratoria y Capellanías, Pastoral del Turismo, Pastoral del Mar, Pastoral Aeroportuaria, Pastoral de los Circos, Pastoral de los Gitanos, Pastoral de la Carretera, Pastoral de los Estudiantes Extranjeros y Trata y Tráfico de Personas.


Acompaña la difusión pública:

Oficina de Comunicación y Prensa

Conferencia Episcopal Argentina

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Documentos disponibles:
cemi__dia_del_turismo__270922.pdf





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