Testimonio de Mons. Luis Urbanc para la 31° Jornada Mundial del Enfermo
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En diálogo con Caminos de Encuentro, programa que producimos desde la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, con la conducción del padre Máximo Jurcinovic, en este primer programa del año hemos conversado junto al obispo de Catamarca y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, Luis Urbanc; quien compartió su reflexión en virtud de la Jornada Mundial del Enfermo que, como cada año, se celebra el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes con el lema “Cuida de él”.
Monseñor Urbanc animó la preparación para esta Jornada recordando que el Papa Francisco nos ha propuesto para esta 31º Jornada Mundial del Enfermo este lema que está tomado de la parábola del Buen Samaritano, “Cuida de él”. El Papa le pone también su subtítulo, que es la compasión como ejercicio sinodal de sanación, ya que estamos inmersos en este hermoso trabajo a nivel mundial, de incorporar bien en nuestra vida lo que significa la sinodalidad. De este modo, el Papa ha querido recalcar que la compasión, es decir, estar cerca del que sufre, acompañarlo en ponerlo en los zapatos del otro y tiene que hacer un ejercicio precisamente de sinodalidad; así es que yo creo que es muy bueno que este año le pidamos a la Santísima Virgen de Lourdes que nos ayude.
Sobre el tradicional mensaje del Santo Padre para esta Jornada, el obispo de Catamarca compartió que: “El Papa nos había dejado hace un mes atrás el mensaje para este día. Allí precisamente y reflexionando sobre la parábola este yo creo que se destacan dos afirmaciones dentro de la parábola en que cuida de él que la que le dice el samaritano al dueño del albergue y que también creo que Jesús nos está diciendo a nosotros Cuida del de tu hermano enfermo. Y cuando le dice también al doctor de la ley haz tú lo mismo. También nosotros tenemos que poner a la par de este doctor de la ley que pregunta y estar dispuestos a estar cerca de nuestros hermanos enfermos.
Esto es la invitación y, sobre todo, que cada uno de nosotros y especialmente los agentes de pastoral de la salud que trabajan en los centros asistenciales, sepamos ver al enfermo como como una persona y no como un número, como una persona que tiene historia, que tiene sus sentimientos, que tiene sus afectos. El Papa destaca este punto en su mensaje y nos habla del tema de la soledad y del abandono, no el aislamiento. Francisco nos dice que, si bien la enfermedad es un hecho inherente a nuestro peregrinar, pero que, si esto se vive en el aislamiento, el abandono y si no se acompaña de cuidado y de compasión, se volverá inhumano. Por eso tenemos que hacer frente a esta terrible cultura del descarte en la que estamos inmersos y, que vayamos buscando nuevos horizontes para para ayudar a los hermanos en situación de enfermedad o de soledad.
También el enfermo tiene que tomar conciencia que no se debe aislar, porque uno de los fenómenos, si no el no dejarse ayudar, es dejarse amar. Entonces entre todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para estar cercanos, para saber vamos caminando juntos y si un hermano sufre, tenemos que estar al lado de él y que también el hermano que sufre tiene que dejarse ayudar por los hermanos.
Hago una invitación, especialmente a los agentes pastorales de la salud, laicos que están realmente comprometidos y voluntarios, a que difundamos la importancia de este día; la toma de conciencia de qué significa estar al lado de un enfermo y que podamos aprender a caminar con ellos; que los enfermos también se dejen ayudar o los ancianos se dejen ayudar en las causas que tantas veces representan dificultades y que tenemos que aprender a escuchar, a dialogar, a ver y saber escuchar a Dios que también nos deja un mensaje cada vez que estamos al lado de un enfermo.
Les comparto mi bendición para esta Jornada Mundial del Enfermo: Que Jesucristo, el Señor esté siempre al lado de ustedes para defenderlos. Amen. Que él vaya delante de ustedes para guiarlos y detrás de ustedes para ayudarlos. Amén. Que él vele por ustedes, lo sostenga y los bendiga. Amén. La bendición de Dios todo poderoso, Padre, Hijo y que el Espíritu Santo, descienda sobre ustedes, sus familias, sus enfermos, sus ancianos, y los acompañe siempre. Amén. Nuestro Señor de la Salud, ten piedad de nosotros. María, madre de los enfermos, ruega por nosotros.
Desde la Producción de Caminos de Encuentro agradecemos el tiempo y la gentileza de monseñor Luis Urbanc, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud.
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