Te Deum en Santa Fe - Homilía de Mons. Arancedo

Recordamos en la Revolución de Mayo un nuevo aniversario del nacimiento de nuestra Patria, que alcanzó su plena Independencia en el año 1816. Continuamos en el marco celebrativo de dos fechas que hacen a nuestra historia e identidad como Nación. Celebrar es mantener viva la memoria de nuestras raíces y, al mismo tiempo, asumir el presente como un desafío que da certeza a nuestro futuro. La expresión, “Queremos ser Nación”, que fue parte de una sentida oración de nuestro pueblo no puede quedar en el olvido ni ser un mero deseo, sino que debe orientar un camino que movilice e ilumine tanto la vida del ciudadano, como el ejercicio de la función de gobierno. Siempre será la vida del hombre, en el pleno desarrollo de sus dimensiones humanas, espirituales y sociales, la comprobación del nivel alcanzado como Nación. Debemos ser conscientes de nuestras riquezas, pero también de nuestras carencias y errores que nos impiden crecer cono Nación. La humildad ayuda a crecer.