Sínodo de Nueva Evangelización: Ponencia de Mons. Franzini - 9 de octubre
El Instrumentum laboris pide una más lograda comprensión de la identidad presbiteral, considerando los nuevos escenarios para la nueva evangelización y las situaciones de crisis y escándalo, que la afectan directamente. En relación a este tema, los obispos latinoamericanos señalaron en la Conferencia de Aparecida varios desafíos para la nueva evangelización y sus respuestas, que pueden ser tenidos en cuenta por el Sínodo. Reconocemos que la inmensa mayoría de los pastores vive fielmente su ministerio en medio de los desafíos del presente. Esto ha de ser motivo de gratitud y esperanza para toda la Iglesia. Las situaciones de escándalo por parte de algunos obispos y presbíteros, y las necesarias medidas que se han de tomar para evitar que dichas situaciones se repitan, no deberían hacer perder de vista que también es necesario favorecer el desarrollo de un ministerio pleno y fecundo de los pastores. Un ministerio presbiteral vigoroso reclama el compromiso personal de cada presbítero en su formación permanente, pero también necesita la propuesta institucional de las Iglesias particulares, por sí mismas o junto a otras Iglesias de la misma región o país. Los Obispos tenemos la responsabilidad primaria en esta tarea. Además, hay que tener presente que sin el testimonio entusiasta y contagioso de los sacerdotes es inútil cualquier intento de pastoral vocacional que interpele y motive a los jóvenes para una respuesta generosa al llamado a la vida sacerdotal. Se pide que el Sínodo agradezca y aliente el servicio fiel de los presbíteros y que oriente a las Iglesias locales sobre una pastoral presbiteral sistemática, que favorezca la genuina renovación de la vida y el ministerio de los pastores, para que sean los “primeros nuevos evangelizadores”.