Dios nos regala misericordia, alegría y esperanza

Carta al pueblo de Dios en ocasión de la elección del Papa Francisco



Queridos hermanos y hermanas:
Los obispos argentinos estamos alegres y agradecidos de haber vivido con el pueblo de Dios la presencia cercana y providente del Señor. Reconocemos que Él mismo ha inspirado al Papa Benedicto el gesto humilde y profético de su renuncia. Esta decisión es un ejemplo muy valioso para la Iglesia y para el mundo entero. A este don se une la elección de Francisco, primer Papa latinoamericano y argentino. Ambos hechos constituyen un momento excepcional de la historia, que desde la fe nos alegra y nos conmueve. En nuestra tierra y en tantas partes del mundo, la gente manifestó no solamente su sorpresa, sino su gozo y su esperanza. Sentimientos que fueron vividos por creyentes y no creyentes. Nos complace ver en dichas reacciones la mano misericordiosa de nuestro Padre Dios, que camina con su pueblo en todo tiempo, y que nos ha bendecido en nuestros días con la abundancia de sus dones.