Beatificación Brochero: homilía del Card. Amato


1. Eminencias, Excelencias, Señor Nuncio, Autoridades civiles, militares y académicas, queridos amigos:
En primer lugar, saludemos y agradezcamos al Papa Francisco, al Papa llegado a Roma desde esta noble nación para ser ahora, en Cristo, padre de todos los creyentes. Le agradecemos de corazón por el precioso don de la beatificación del Cura Brochero1, una auténtica perla de la santidad argentina, comparable al Santo Cura de Ars. En la Carta Apostólica que leímos hace unos momentos, el Papa Francisco llama al Cura Brochero un “sacerdote diocesano, pastor según el corazón de Cristo, ministro fiel del Evangelio, testigo del amor de Cristo hacia los pobres”. Son los rasgos esenciales que retratan a este héroe cristiano, sembrador del bien, a manos llenas, en estas tierras argentinas.