Encuentro con consagrados en la Casa Histórica de Tucumán
El día sábado 19 de junio durante la mañana se realizó un encuentro con consagrados en la “casita” de Tucumán. Encargado de la disertación estuvo el Padre Ángel Rossi, Presbítero de la Orden de los Frailes Menores, quien a través de su exposición reflexionó sobre la importancia de asumir un compromiso con nuestra patria, con nuestros hermanos, y refiriéndose a los consagrados, el compromiso de su entrega de amor a Dios.
Tuvimos la oportunidad de charlar con algunos religiosos que estuvieron presentes durante la charla y compartieron aquello que les pareció lo más importante. El Párroco Carlos Sánchez de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced con respecto al encuentro reflexionó “la vida consagrada se ha hecho presente y ha tenido mucho que ver en la declaración de la independencia, muchos de los congresales de Tucumán de 1816 eran consagrados, por eso hemos querido en este lugar, que es la casa histórica, tener este espacio porque así como esos consagrados hace 200 años se comprometieron por la causa de la independencia siendo delegados de cada una de las provincias, nosotros hoy queremos una patria mejor para todos. Estamos convencidos que la patria es bendita, que esta tierra que estamos pisando es un Don de Dios para nosotros, pero tenemos que tener el compromiso de trabajarla, de hacer crecer en nuestra bendita patria Argentina la paz, la unidad, la fraternidad en cada persona”. Y agregó, “la misión empieza mañana, hoy estamos celebrando a Jesús como el Señor de nuestra historia, pero mañana domingo en la Clausura del Congreso empieza la misión, la cuál debe realizarse cotidianamente, con la cuota de alegría, y del sacrificio que implica”.
Por su parte, el Padre Guillermo Casonne, responsable de la Pastoral del Congreso, manifestó estar muy contento por ver los frutos de tanto esfuerzo, por la convocatoria de gente que tuvo este evento, y la presencia de tantos religiosos y sacerdotes de todo el país. Respecto a la disertación expresó, “el padre Ángel Rossi nos habló al corazón nos volvió a poner fuego para vivir esta vocación de amor a Dios y concretamente en el prójimo, y que haya sido en esta casa histórica también significa un compromiso con la Patria. En la sala vieja donde recién estuvimos con los políticos hubo un compromiso pensando en el futuro del país y acá los religiosos también nos comprometemos”.
Finalmente manifestó que, “el objetivo de hacer este encuentro es agradecer el pasado, vivir el presente con compromiso y mirar al futuro con esperanza. No sólo como sentimiento sino como actitud de vida, los religiosos, los sacerdotes queremos sentirnos protagonistas de esta historia. Hay que mirar para adelante hay que pensar en un país mejor”.
El padre Ángel Rossi, nos recordó cuales fueron los ejes centrales en su charla, “y bueno remarcar los tres títulos que nos pide el Papa Francisco, que sirven para todos los cristianos que andan por este mundo, que es mirar el pasado con agradecimiento, vivir el presente apasionadamente metiendo el corazón y ver el futuro con esperanza”.
Además recordó la importancia en la cual se realizó el encuentro, teniendo en cuenta que se enmarca en el contexto del bicentenario de la independencia, por lo cual tiene un significado muy grande, “porque desde lo cívico, desde lo patriótico aquellos hombres nos dieron muestra de lo que es poner el pellejo por una causa que valga la pena, en ellos uno encuentra modelos a seguir”. Por ello el objetivo de la disertación fue unir este tiempo, esta celebración de los 200 años visto desde lo religioso, lo cual no es contradictorio, “en aquel Congreso que firmaron el acta había muchos sacerdotes y religiosos, es evidente que lo espiritual por esos tiempos estaba presente, sobre todo a través de los valores de unidad, de independencia, de verdad, de justicia, así que no podemos estar al margen de eso”.
Por último nos dejó un mensaje, “mirar para adelante, confiar y cuidar a los que al lado nuestro son más débiles, así como tantas veces nos han cuidado a nosotros en los momentos más difíciles especialmente a nuestra gente sencilla, nuestra familia”.