«Unidos en el Espíritu: Libertad y Responsabilidad»
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El Rev. Timothy Radcliffe, O.P y el Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo inspiraron hoy lunes esta semana de trabajo donde se considera el documento final.
Tanto en la Misa votiva del Espíritu Santo, como en la meditación en la Sala Pablo VI, el Cardenal y quien asiste espiritualmente a la Asamblea, invitaron a vivir esta última semana con un profundo apego al Espíritu Santo y viviendo con profunda libertad el aporte de cada uno al documento final de esta Segunda Asamblea Sinodal.
En la homilía de la Misa con la cual comenzó la mañana, el Cardenal Grech invitó a los padres y madres sinodales a que: “Al cerrar los trabajos de nuestra Asamblea y al mirar hacia el camino que tenemos por delante, debemos evitar la avaricia, el deseo de guardar todo para nosotros, de poseer, de acumular, de definir, de cerrar. Debemos vencer la tentación de creer que los frutos que hemos recogido son obra nuestra y nuestra propiedad: debemos recibirlo todo como un don de Dios”.
El Secretario General del Sínodo recordó en la Basílica de San Pedro la inspiración inicial que el Papa Francisco dio al comenzar el camino Sinodal: “El Sínodo no es una encuesta de opiniones; el Sínodo es un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. Si no está el Espíritu, no habrá Sínodo”. Tomando la Palabra de Dios leída en la Misa propuso justamente durante el trabajo de esta última semana escuchar al Espíritu Santo, dejarse llevar por él. Alertó además a caer en la tentación de una escucha autorreferencial que impida un verdadero dialogo inspirado por el Espíritu Santo. “Si escuchamos la voz del Espíritu, la conclusión de esta asamblea sinodal no será el fin de algo, sino un nuevo comienzo”.
En la segunda parte de la mañana, y con la presencia del Papa Francisco, el Rev. Timothy Radcliffe, O.P motivó con su palabra y guía espiritual el camino de esta trascendental semana del camino Sinodal.
El religioso Dominico convocó a la Asamblea a comenzar la semana sabiendo que se tiene una profunda responsabilidad y que actúen ante todo con libertad: “Estamos a punto de embarcarnos en nuestra última tarea, considerar el documento final, enmendarlo y votarlo. Hoy nos preparamos para ejercer esta pesada responsabilidad. ¿Cómo lo haremos? Con libertad. San Pablo escribió a los Gálatas: «Para la libertad nos ha liberado Cristo». (5.1). Nuestra misión es predicar y encarnar esta libertad. La libertad es la doble hélice del ADN cristiano. En primer lugar, la libertad de decir lo que creemos y de escuchar sin miedo lo que dicen los demás, en el respeto mutuo”.
El Reverendo Timothy Radcliffe, O.P., en su mensaje para la última semana de la Asamblea Sinodal, recordó que es fundamental atreverse a participar en los debates con las propias convicciones. Si la Asamblea no lo hace, puede correr el riesgo de no permitir que la fe y el pensamiento maduren. Según sus palabras, solo enfrentando los desafíos y dialogando desde las propias creencias podremos crecer en la comprensión y responsabilidad como comunidad. La madurez no se alcanza a través de la evasión, sino por medio del compromiso sincero y valiente con las convicciones más profundas.
Al inicio de la última semana de la Asamblea Sinodal, tanto el Cardenal Mario Grech como el Reverendo Timothy Radcliffe ofrecieron mensajes claves para guiar los debates finales sobre el Documento que se presentará al Papa Francisco. Una Iglesia que con escucha y discernimiento camina unida y necesita entrar en el diálogo con convicciones propias. En este espíritu y en esta escucha deberá madurar el documento final, que como se “respira” en la Sala Sinodal no será el final, sino el comienzo de un camino para concretar la fecundidad del Sínodo en la vida de la Iglesia.
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Pbro. Máximo Jurcinovic
Director de la Oficina de Comunicación y Prensa
Conferencia Episcopal Argentina
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