Imagen del contenido 26 de Junio: Familia Grande Hogar de Cristo cerró Misión en Plaza Constitución

26 de Junio: Familia Grande Hogar de Cristo cerró Misión en Plaza Constitución

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“Hemos visitado a la gente que está en calle,
le hemos tendido la mano.”
(Plaza Constitución, Buenos Aires)

El lunes 26 de junio, se conmemoró el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, establecido por las Naciones Unidas.

Como Familia Grande Hogar de Cristo muchos gestos e iniciativas se concretaron en nuestro país. En CABA, puntualmente, cerramos un período de Misión de un mes con la Virgen de Luján por barrios y comunidades en la Plaza Constitución.

Se han repartido estampas, abrazamos a nuestros hermanos, caminamos las veredas, cantamos, compartimos la mesa y la misa: fuimos Familia juntos una vez más.

La misa fue presidida por monseñor Gustavo Carrara y concelebrada por los sacerdotes Gastón Colombres, Ignacio Bagattini, Damián Reynoso, Adrián Bennardis, Eduardo Giardelo y el padre Miguel de Don Orione.

A continuación, compartimos el texto completo de la homilía que fuera pronunciada por mons. Carrara:

"En esta tarde, estamos acá, en una plaza, la Plaza Constitución, plaza que es cruce de caminos. Miles de trabajadores y trabajadoras pasan por aquí cada día. Es en esta plaza donde queremos dar testimonio como Familia Grande del Hogar de Cristo que vive en la ciudad de Buenos Aires y decir ‘Ni un pibe ni una piba menos por la droga’. Sabemos que las adicciones traen mucho sufrimiento y no arreglan nada, complican mucho la vida y terminan muchas veces con la vida.

Hoy escuchamos en esta plaza el Evangelio de Jesús. Su palabra de misericordia que siempre nos inspira. Jesús dice: ‘no juzguen, no condenen’. No mirés el defecto de tu hermano, tratá de transformar y cambiar tu corazón primero. Sé misericordioso como el Padre Dios es misericordioso.

Hoy estamos acá en esta Plaza, pero ustedes a lo largo de todo este mes han visitado distintas plazas en nuestra ciudad. Han estado en Plaza Flores, en Plaza Once, en Plaza de Mayo, en la plaza que está frente a la ‘Redonda’ [Parroquia Inmaculada Concepción del barrio de Belgrano], en la Plaza Vicente López. Ustedes han estado visitando a personas que están viviendo en la calle con el espíritu de Jesús. Y lo primero que decimos es que la calle no es un lugar para vivir. Llevamos misericordia, una palabra de consuelo, de aliento. Nadie está en la calle porque quiere, algo le ha pasado para estar en la calle. Por eso, antes de hablar de alguien que está en la calle hay que hacerlo con mucho respeto, con mucha delicadeza. Hay familias enteras que están en la calle porque no pueden pagar su alquiler y terminaron allí, en la calle. Hay chicos o chicas que están en la calle porque han caído en la calle y ese sufrimiento va en aumento.

Por eso nosotros, como Familia Grande del Hogar de Cristo, a lo largo de todo el mes hemos visitado a la gente que está en calle, le hemos tendido la mano, tuvimos un gesto sencillo de llevar algo para comer, de servir un mate cocido, de dar una estampa, de dar la bendición de Dios. Muchos de ustedes, queridos chicos y chicas, saben lo que es estar en la calle; no se los voy a explicar. No les voy a contar yo lo duro que es estar en la calle. Por eso su corazón es muy sensible ante alguien que está en la calle.

Lo que testimoniamos hoy es que como Iglesia queremos ser familia y comunidad, y queremos abrir el corazón para que Dios nos ponga ideas lindas para ver cómo podemos seguir ayudando a tantas personas que hoy están viviendo en la calle. Ese es el testimonio que han dado ustedes a lo largo del mes, lo han hecho de manera silenciosa, acompañados de sus curas, de otros chicos y chicas, de los equipos de la Familia Grande del Hogar de Cristo. Testimonio hermoso. El Padre que ve en lo secreto, el Padre de la Misericordia sabe con el cariño que lo han hecho.

Hoy, en esta Plaza, con la fuerza de haber visitado a tantos, volvemos a decir: ‘Ni un pibe ni una piba menos por la droga’. Nos acercamos a ellos no juzgando, no condenando, sino con ternura, abrazando y recibiendo la vida como viene. Y tratando de hacerles un lugar en nuestra Iglesia que es familia.

Que así sea".

Del mismo modo, compartimos las peticiones particulares de esta acción comunitaria:

Durante la Misión en la Plaza Constitución los misioneros de la Familia Grande recibieron muchos pedidos por escrito que fueron puestos en el altar de la misa. Compartimos algunos de ellos:

  • Pedimos por el Hogar de Cristo, que día a día crezca más por todos lados por la gente que más necesita.
  • Por una segunda oportunidad, una nueva vida, sentir el abrazo de una familia nuevamente.
  • Hogar de Cristo es Dios, fuerza, valentía, amor para reencontrarnos con uno mismo.
  • Pedimos por los curas villeros, los hogares, los que están en recaída y la calle. Fortaleza para los que están en tratamiento y sus familias.
  • Salud, esperanza y vida.
  • Pedimos por la concreción de todos, de los planes de vida y sanación.
  • Fortaleza para la Familia Grande y que sigan creciendo los centros barriales.
  • Valorarnos más como personas, y nunca olvidarnos de dónde salimos. Pedimos entendimiento y sabiduría para mantenernos limpios. Fortaleza para poder abrazar y acompañar y escuchar con amor al que está caído e incluirlo en esta hermosa familia.
  • Ni una persona menos por la droga.
  • Pedimos para poder darle esperanza a otros para que lleguen al Hogar. No sentirse solos ni solas. Empatizar con el hermano y recibirlo con amor.
  • Igualdad de oportunidades y un futuro sin niños en situaciones de calle y consumo.
  • Por el reencuentro con la familia y con uno mismo.
  • Seguir acompañando al que viene sin prejuzgar. Pedimos por nuestras familias. Por los chicos que no encuentran el camino.
  • Seguir creciendo en el Hogar como familia y que Dios nos dé la fuerza y sabiduría para salir adelante.

¿Qué es un Centro Barrial del Hogar de Cristo?

Es un espacio concreto, con referentes concretos en compromiso concreto, andamiados en barrios populares y villas de emergencia que, trabajando articuladamente con Cáritas Argentina, tienen como finalidad dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social y/o consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, poniendo en primer lugar a la persona y sus cualidades. “Recibir la vida como viene” constituye su motor y horizonte: la vida íntegra con su complejidad y en su totalidad.

Conoce más en hogardecristo.org.ar

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