Homilía del Card. Jorge Bergoglio - 1º Congreso DSI (Rosario, 6-8 de mayo 2011)

1. Las lecturas que la Iglesia nos propone este domingo, marcadamente pascuales, proclaman la realidad contundente de nuestra fe: Cristo está vivo; él se hizo hombre, dio su vida por nuestra salvación, en sus llagas fuimos curados, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día. En este clima pascual concluye el Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia, la cual no es un simple código de mandatos y conductas o una postura partidista sino la consecuencia, en la vida social, del anuncio de este hecho de salvación. Se trata de un diálogo entre Cristo Resucitado y nuestro mundo. Miramos al Señor en el Evangelio y nos preguntamos: ¿Qué esperaba Jesús de cada persona que venía a su encuentro? Ciertamente su fe, esa fe capaz de confiar, de esperarlo todo de Él y de expresarse en gestos de caridad.Y si miramos a nuestro mundo actual y nos preguntamos ¿en qué actitud espiritual ha venido a desembocar esta civilización? la palabra que se escucha, resonando, detrás de todas las otras, ¿no es acaso “desencanto1? Diálogo entre Cristo salvador y sus propuestas de justicia y amor, con un mundo desencantado.